El aprendizaje es un término tan trillado que damos por entendido su significado reduciéndolo al cumulo de conocimientos que el alumno posee de un determinado hecho en su realidad, sin embargo olvidamos que la intención de lograr el aprendizaje es para una vida mejor en el estudiante, que el alumno madure su formación humana, es decir, la intención del aprendizaje va más allá de lo que creemos hacer y la evaluación del mismo no se puede comprobar mediante herramientas tan sencillas como las evaluaciones bimestrales, no obstante nos hemos desviado por esa vertiente y si los estudiantes pueden reproducir los contenidos en los términos que el maestro dice haberlos mediado, se da por exitoso el proceso; poco importa la modificación estructural y por tanto personal ocurrida en el estudiante como consecuencia de esa relación educativa.
En ningún examen final, hasta ahora se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos o sea en una clase de comunicación el examen final contendrá preguntas a propósito de unos contenidos de comunicación vistos en clase, de ninguna manera y en ningún caso habrá ahí pregunta alguna respecto de los cambios ocurridos en las formas de comunicación del estudiante en tanto persona.
Dando respuesta a la pregunta, el aprendizaje es un proceso complejo que no se puede observar a simple vista, ni medir con base a simples preguntas del contenido enseñado, va más allá, para comprobar realmente un conocimiento y que este sea significativo se debe evaluar el cambio estructuralmente cognitivo y el cambio de conducta en el alumno, hasta que lleguemos a esta fase se lograra formar un alumno critico, analítico y reflexivo.
Para lograr esto, primeramente debemos entender que es el aprendizaje en su sentido más amplio, pues bien el aprehendizaje, es un proceso adaptativo mediante el cual, construyendo el conocimiento a partir de la problematización situada en una realidad del mundo, el sujeto se construye a sí mismo como ser humano, siempre reorganizando -en todo momento- la propia estructura cognitiva desde donde continuará readaptándose indefinidamente a través de sus propios procesos de asimilación y acomodación. El aprehendizaje es un proceso de readaptación continua de la realidad, mediante el cual construyendo el conocimiento nos construimos a nosotros mismo como ser humano.
1 comentario:
Hola Fabi:
El trabajo de esta semana como mencionas nos hiso reflexionar acerca de la concepción que solemos tener sobre lo que es el aprendizaje, pero ¿Qué función debemos desempeñar los docentes para poder propiciar aprendizajes significativos? coincido contigo en que la intención del aprendizaje tiene un sentido más profundo, va más allá de quererla valorar o comprobar a través de la evaluación de los contenidos, así mismo que el aprendizaje se debe ver reflejado en el cambio de conducta de los alumnos.
Me preocupa cómo debemos incluir todos estos elementos en la planeación si queremos propiciar aprendizajes que les sirvan a nuestros alumnos, poner en práctica el nuevo enfoque por competencias que nos marcan los planes y programas requiere de que los docentes desarrollemos también competencias que nos permitan dar una educación centrando nuestro interés en los estudiantes y no en los contenidos, y ¿Cómo podemos considerar los intereses y necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos?, considero necesario construir una estrategia que nos permita responder a estas nuevas exigencias de aprendizaje y definir cuál va a ser nuestra función para apoyar a nuestros alumnos y propiciar su interés para aprender.
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